En esta sección de diccionario de términos te explicamos todo lo que debes saber acerca de los suelos laminados, vinílicos y la tarima flotante.
Protocolo de instalación
Tienes que asegurarte de que el suelo sobre el que vas a instalar esté perfectamente limpio de polvo, piedras, arenilla u otro tipo de suciedad.
El subsuelo debe estar siempre nivelado. Según la normativa no puede superar un desnivel de más de 3mm en 1m de longitud. En caso de no estar nivelado, deberá ser reparado con pasta niveladora. Debe quedar una superficie sólida por lo que no pueden quedar baldosas sueltas o grietas sin reparar. Toda imperfección del subsuelo influirá en la vida útil del pavimento que se instale encima.
A parte de calcular los m2 del espacio donde se colocará el pavimento, hay que tener en cuenta un % de merma que se necesitará para poder realizar la instalación. Normalmente varía entre un 6% cuando hay poco desperdicio hasta un 10% cuando hay mucho desperdicio. El desperdicio variará en función del tamaño de las lamas, el tipo de producto e instalación y de la distribución de la zona donde se instalará.
Todos los pavimentos de madera o derivados de ella son higroscópicos, por tanto en caso de tener más humedad de la permitida en el espacio donde vayamos a hacer la instalación hay que tomar las medidas correctas o sino, es mejor buscar un material 100 % hidrófugo como son los suelos vinílicos.
Para poder adaptar el material al clima de la habitación antes de su colocación, tienes que dejar el producto en la habitación en la cual vas a hacer la instalación durante 48 horas.
Normalmente empezamos por una pared o pasillo principal siempre dependiendo de la distribución del espacio, las entradas de luz y el tipo de pavimento. Siguiendo esa tirada maestra irá todo el montaje, de ahí su importancia. La maestra debe ser paralela al resto de la distribución de la vivienda, porque si empezamos por una que esté descuadrada la instalación no quedará bien, quedando todo el suelo con un sentido que no corresponde con la distribución de la casa.
Es quizás uno de los aspectos de un montaje más importantes para un buen resultado final. Normalmente se instala siempre con la parte larga de la lama en dirección a la luz.
Es una pequeña distancia que hay que dejar en el momento de la instalación para que haya margen de juego en los movimientos que pueda tener el pavimento, evitando así que se levante. Hay que tener en cuenta que los pavimentos según las condiciones climáticas (humedad, sequedad, calor y frío) pueden tener movimientos.Hay que seguir siempre los manuales de instalación.
Son perfiles que se colocan para disimular los espacios que se dejan en las dilataciones. Tanto sea entre el mismo material o con otros , eso siempre que se encuentren en el mismo nivel .
Son perfiles que compensan los posibles desniveles entre pavimentos. De esta forma se evitan accidentes y se garantiza un paso seguro para personas con dificultades para caminar o en sillas de ruedas.
Son perfiles de diferentes materiales , alturas y grosores que nos permite rematar correctamente los pavimentos con las paredes de las estancias. Dependiendo de los suelos o exigencias de la decoración se pueden escoger a juego con el suelo o en blanco.
Es la parte baja de la puerta donde se suelen ubicar las juntas de dilatación en caso de ser necesarias.
La calefacción por suelo radiante es un sistema que distribuye el calor en nuestra vivienda calentando el suelo de la misma. No todos los suelos permiten ser instalados con calefacción radiante.
La calefacción radiante y refrigerante de agua basa su funcionamiento en una red de tubería plástica que, instalada bajo el pavimento y de una capa específica de mortero, hace circular agua caliente –o fría- por toda la superficie, lo que provoca que el calor o el frío se irradie desde el suelo. También existe el suelo radiante eléctrico , la instalación es prácticamente sin obra , pero este sistema nunca puede ser refrigerante.
Será necesaria cuando la planimetría del subsuelo no sea acorde a la normativa y también en el caso de que los pavimentos presenten imperfecciones. Una buena planimetría alarga la vida de los pavimentos que se instalan encima.
Características del producto
Es la medida utilizada para los pavimentos vinílicos aunque también se utilice en pavimentos laminados. La clase de uso varía en función de la capa de desgaste que tienen los materiales. Cuanto más gruesa, más clasificación obtiene.
Para elegir un suelo según su calidad tenemos las calificaciones "Clase 31", "Clase 32", etc. En principio las clases cuyo primer dígito es el 3, es decir, clase 32, 33... están pensadas para uso comercial. Las de uso exclusivamente doméstico empiezan por 2, por ejemplo, 21, 22, 23...
Esto quiere decir que si vamos a elegir un suelo para el hogar, nos basta con la clase 31. (A no ser que seáis familia numerosa y estéis muuuuucho tiempo en casa)
Básicamente se refiere a la durabilidad de los suelos laminados y su resistencia al uso. Normalmente se catalogan del AC1 al AC5, aunque existe el denominado AC6 que es el criterio de abrasión más alto reconocido en la actualidad, e indica la idoneidad del suelo para usos comerciales intensos y de muchísimo tránsito.
El término AC es el nivel que mide la abrasión necesaria para desgastar la capa superior de un suelo y solo marca la resistencia a la abrasión, pero no la calidad del suelo. Cuanto mayor es su número, significa una mayor o menor dureza y resistencia del suelo. Esto quiere decir que un suelo AC5 tiene más resistencia al desgaste que uno AC3.
Para determinar la clasificación AC, es fundamental el método de prueba Taber, que mide la abrasión necesaria para desgastar la capa superior de un suelo laminado. Lo que conocemos como dureza AC4 – AC5 o AC6 en realidad no es la dureza de la tarima, es el aguante al desgaste de la última capa de una tarima.
La última capa de una tarima se conoce como overlay y es la capa que hace que una tarima se desgaste al pisar. Normalmente el desgaste de esta última capa determina su aguante por unas pruebas técnicas.
- Para considerar que una tarima es AC4 tiene que pasar la prueba al desgaste a la abrasión de >4000 vueltas apta para uso doméstico y comercial.
- Para considerar que una tarima es AC5 tiene que pasar la prueba al desgaste a la abrasión de >6000 vueltas apta para uso doméstico y comercial alto transito.
- Para considerar que una tarima AC6 tiene que pasar la prueba al desgaste a la abrasión de >8000 vueltas apta para uso doméstico y comercial muy alto transito.
USO RESIDENCIAL
- Clasificación AC1 (clase 21): muy poco tránsito. Ideal para habitaciones
- Clasificación AC2 (clase 22): tránsito moderado con niveles bajos de uso y desgaste, tales como comedores
- Clasificación AC3 (clase 23/31): salones, solarios y recibidores de tránsito moderado
USO COMERCIAL
- Clasificación AC4 (clase 32): espacios comerciales con un tránsito general y local, tales como oficinas, cafeterías, salones de belleza y tiendas de ropa o espacios residenciales
- Clasificación AC5 (clase 33): áreas con un tránsito entre medio y alto que requieran una resistencia equivalente, tales como tiendas de ropa, salones de exposiciones, restaurantes y escuelas.
- Clasificación AC6 (clase 34): áreas con un tránsito muy intenso, tales como supermercados, terminales de aeropuerto y edificios gubernamentales abiertos al público
Cuanto mayor sea la capa de uso, mayor será la resistencia del suelo al uso y a cualquier impacto. Las capas de uso oscilan entre los 0,08mm para uso moderado a los 0,30mm que se corresponden con un uso intenso. A mayor capa de uso, mayor resistencia al uso y al impacto.
Tienes que asegurarte de que el suelo sobre el que vas a instalar está perfectamente limpio de polvo, piedras, arenilla u otro tipo de suciedad.